lunes, 20 de julio de 2009

HORAS DE MENOS

De haber sabido que tenía esta voz de niña
Que no sabía perdonar a nadie, salvo a mí mismo
Que el reloj, el mío, marcaba como nada
Que cada segundo es un reloj más sobre el reloj de mi vida
Ni saber
Ni querer saber nada de aquel país
Ni de la gente que en él habita
Ni de sus emigrantes cansados de ver siempre el mismo mundo
Ni de sus hijos nacidos lejos de esas tierras
Ni de la tierra lejos de sus hijos
Ni de mi vida misma
Lejos de todo
Lejos, aún, de mi mismo
Que duermo horas de más
Y vivo horas de menos

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