martes, 1 de febrero de 2011

a) A veces un hombre deja a la literatura, pero generalmente ocurre al revés. Es la literatura la que lo deja a uno, y entonces empieza un camino largo y pedregoso hacia el pasado, un doloroso flashback, tras el cual no queda otra que sentirse profundamente estúpido. ***** sabía que para escribir de forma compulsiva y hacerlo bien era necesario vivir, vivir a destajo, como Mario Santiago, el mexicano misterioso, había dicho: sin timón y en el delirio. Pero ***** había tenido una vida tranquila, pasando demasiado tiempo sentado en su escritorio mirando por la ventana el ir y venir de los autos. b) Yo tenía la soga al cuello

Era una soga hecha de algodón e hilo

Cada vez me apretaba más la soga

Acudía a mí como un perro jadeando frente al muro

Día y noche la soga venía

Y me acusaba, apuntaba con el dedo:

Mis desvaríos, la tarde cayendo impune sobre Santiago

Así no se escribe, contaba,

Ni menos se vive,

Pedazo de mierda, decolorado y muerto,

Tajeado en la mitad, partido como un labio partido

Es decir que seco y amargo bajo el sol de enero

Y otra tarde que cae impune sobre Santiago

Y otra noche que llega sin aviso

Los hombres habían venido al mundo para algo

Alguien los había invitado: mejorar el espectro de la vida en la Tierra

Los ovnis le habían dicho a los egipcios

Los egipcios habían transmitido el mensaje de los ovnis a los romanos

Y los romanos,

Cansados de tirar canutos a los leones,

Habían transmitido el mensaje en silencio

Sangre tras sangre

Ojo tras ojo

León tras león

c) (Lloró con Awakenings en la mañana y se sintió estúpido. Tenía 28 años y estaba en cama. Durante una semana o más tendría que estar en reposo. La película la encontró a las 9 de la mañana en el cable. Si, hollywoodense, algo melodramática quizás, pero bien. Robert de Niro terminó quedándose inmóvil y solo por el resto de sus días, frente al ventanal, producto de una catatonia o algo por el estilo. Pero tenía ganas de vivir, demasiadas ganas de vivir: cuando pudo moverse le explicó a Robin Williams el sentido tácito de estar vivo bajo el sol, parado sobre una calle o una duna o algo. Apagó el televisor y fue al baño. Se vio la herida. Un parche banco sobresalía bajo el ombligo, sintió el olor a la sangre, tuvo náuseas, volvió a acostarse y se durmió)