a) A veces un hombre deja a la literatura, pero generalmente ocurre al revés. Es la literatura la que lo deja a uno, y entonces empieza un camino largo y pedregoso hacia el pasado, un doloroso flashback, tras el cual no queda otra que sentirse profundamente estúpido. ***** sabía que para escribir de forma compulsiva y hacerlo bien era necesario vivir, vivir a destajo, como Mario Santiago, el mexicano misterioso, había dicho: sin timón y en el delirio. Pero ***** había tenido una vida tranquila, pasando demasiado tiempo sentado en su escritorio mirando por la ventana el ir y venir de los autos. b) Yo tenía la soga al cuello
Era una soga hecha de algodón e hilo
Cada vez me apretaba más la soga
Acudía a mí como un perro jadeando frente al muro
Día y noche la soga venía
Y me acusaba, apuntaba con el dedo:
Mis desvaríos, la tarde cayendo impune sobre Santiago
Así no se escribe, contaba,
Ni menos se vive,
Pedazo de mierda, decolorado y muerto,
Tajeado en la mitad, partido como un labio partido
Es decir que seco y amargo bajo el sol de enero
Y otra tarde que cae impune sobre Santiago
Y otra noche que llega sin aviso
Los hombres habían venido al mundo para algo
Alguien los había invitado: mejorar el espectro de la vida en la Tierra
Los ovnis le habían dicho a los egipcios
Los egipcios habían transmitido el mensaje de los ovnis a los romanos
Y los romanos,
Cansados de tirar canutos a los leones,
Habían transmitido el mensaje en silencio
Sangre tras sangre
Ojo tras ojo
León tras león
c) (Lloró con Awakenings en la mañana y se sintió estúpido. Tenía 28 años y estaba en cama. Durante una semana o más tendría que estar en reposo. La película la encontró a las 9 de la mañana en el cable. Si, hollywoodense, algo melodramática quizás, pero bien. Robert de Niro terminó quedándose inmóvil y solo por el resto de sus días, frente al ventanal, producto de una catatonia o algo por el estilo. Pero tenía ganas de vivir, demasiadas ganas de vivir: cuando pudo moverse le explicó a Robin Williams el sentido tácito de estar vivo bajo el sol, parado sobre una calle o una duna o algo. Apagó el televisor y fue al baño. Se vio la herida. Un parche banco sobresalía bajo el ombligo, sintió el olor a la sangre, tuvo náuseas, volvió a acostarse y se durmió)
No hay comentarios:
Publicar un comentario