lunes, 20 de julio de 2009

BOSSANOVA

En días anteriores al suicidio, Ana desaparece en el living. Las cosas han cambiado y la vida ya no es la misma de antes. Boss, preocupado, telefonea con insistencia. Mensaje: "no te mueras en mi casa" Ruidos horribles se escuchan a lo largo de toda la cuadra. Ruidos horribles inundan el esteticismo de los cuadros colgados en la galería Lacroux. Boss ha salido otra vez a las calles: lleva entre sus manos un revólver teledirigido. Mensaje n°2: "no te mueras sin decirme adonde vas"
A las 3 de la tarde el sol quema: Dos bomberos han entrado en el café de la esquina. Conversan y sorben sus respectivos cafés. Sonríen. Sus cuerpos se reflejan en amplios ventanales con letras inversas. Tras esta última imagen un bulto cae. Se estrella con tal fuerza contra el pavimento que un eco horrible se extiende por toda la Avenida. Las cosas han cambiado, piensa Boss y cuelga el teléfono

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